Te presentamos la historia de los animales que protagonizan los nombres y la imagen de cuatro de nuestros vinos.
Los primeros vinos que se produjeron en esta bodega, representan especies de animales del entorno natural. Concretamente cuatro animales que representan la tierra, el aire y el mar: la tortuga, la liebre, la lechuza y el Cap roig. ¿Por qué la elección de cada uno? Te lo contamos.
Cuando el Conde Fabrice de Suyrot sembró los primeros viñedos, encontró unas preciosas tortugas Mediterráneas que fueron llevadas al Parque Natural de Llevant (seguro que todavía pasean por ese paraíso vecino). Como homenaje a esta especie protegida, decidió llamar así al primer vino que elaboró: Sa Tortuga. Además, es un vino que se merece beber con lentitud y poco a poco para apreciar cada uno de sus matices.
Tras bautizar el primer vino con un nombre de una especie animal relacionada con el entorno, se decidió seguir el mismo criterio para los siguientes. Y así nació “Sa Llebre” cuya presencia en estas tierras se merecía sin duda un vino con el que brindar. Sobretodo cuando conseguimos mantenerlas alejadas de estas viñas que tanto les gustan…
La especie que inspiró y da nombre a a un vino aromático blanco se inspiró en la oscuridad. Y es que es un animal que nos regala sus sonidos todas las noches, rompiendo el silencio que reina en estos viñedos con una banda sonora muy particular. Se trata de la lechuza (Mussol en mallorquín).
Finalmente, para el vino rosado tan fresco se eligió una especie vinculada al mar. Es Cap Roig fue sin duda un acierto. No sólo el color anaranjado que recuerda al del vino, sino porque no hay un pez en la zona con más personalidad! Tanta como nuestro vino “Es Cap Roig”
Ahora seguro que no te olvidarás de la historia que hay tras la etiqueta de cada de nuestros cuatro primeros vinos mallorquines.